domingo, 22 de agosto de 2021

10 INVENTOS QUE CAMBIARON LA VIDA DEL HOMBRE

1. A partir de la lectura del siguiente texto, realizar un resumen de cada invento, mediante presentación en Google Drive; agregar imágenes.
2. Ampliar la información, consultando en Google sobre el invento que le parezca más interesante. Resolver en Word.

3. Realizar una sopa de letras o un crucigrama en Documentos de Google Drive con los nombres de los 10 inventos. (Recuerde que el crucigrama debe tener las definiciones de los términos o  palabras buscadas


Enviar a jairoardila@colegiosuroriental.edu.co

RUEDA 
No hay ninguna duda de que nuestra civilización gira en torno a esta increíble innovación. Y todos tenemos que estar muy agradecidos a quienes tuvieron la genial idea de hacer un simple agujero en el centro de una forma redonda de madera maciza y fijar allí un eje. ¿Quiénes fueron? Pues los sumerios, allá por el 3.500 a.C. (sur de Irak actual). Con el posteriormente florecimiento de los carros en Mesopotamia, levantaron las primeras carreteras y, lo que es más importante, se incrementaron las relaciones comerciales entre los países. Hubo que esperar hasta el 2.000 a. C. para que aparecieran las ruedas con radios, mucho más ligeras.

IMPRENTA 
La poderosa industria de la comunicación se hubiera quedado rezagada si Johannes Gutenberg, en el año 1450, no hubiese construido la imprenta. Y no fue tarea fácil, ya que tardó más de dos décadas en dar con las piezas adecuadas. Para conseguirlo, echó mano de una técnica que ya utilizaban los chinos desde el año 1324 a.C.. ¿Cuál era? Pues la impresión mediante planchas talladas en madera. ¿Cuál fue su innovación? Unas pequeñas piezas de metal, destinadas una para cada letra, que podían reutilizarse y a la que se puso como nombre el de tipos móviles. La otra fue una prensa. Ahí no se esforzó mucho, ya que reutilizó una de vino. También puso otro granito de arena: una tinta más densa y viscosa que se pegaba muy bien a los tipos.

MÁQUINA DE VAPOR 
Sin la máquina de vapor no hubiera habido revolución industrial. Así de sencillo. Hay quien atribuye ser el padre de la criatura a Denis Papin, pero él lo que hizo fue estudiar el efecto de la cocción. Siendo más precisos, tal mérito corresponde más a Thomas Newcomen, ya que sus trabajos se basaron en usar la fuerza del vapor, a baja presión, para que moviera un pistón (1712). El movimiento que se obtenía del mismo, tanto hacia adelante, como hacia atrás, accionaba una serie de émbolos. Gracias a ese movimiento, por ejemplo, se podía extraer aguas de las minas. Muchas son las aplicaciones que fueron desarrollándose a continuación, y que tuvieron efectos en empresas textiles, el carbón o el acero.

TELAR INDUSTRIAL 
No fue hasta bien entrado el siglo XVIII (concretamente 1785) cuando apareció este ingenio. Porque, hasta entonces, las personas se hacían su propia ropa en su casa. El padre de la criatura fue un británico llamado Edmund Cartwright tras visitar a una hilandería en la ciudad de Cromford. Y lo que hizo fue idear una máquina de vapor que sirviera para llevar a cabo esta acción, porque antes, o bien se hacía a mano, o se utilizaban animales. No todo fueron dichas para Cartwright, ya que levantó una factoría, pero fracasó. Sin embargo, el Parlamento británico supo reconocer la grandiosidad de su invento, y le gratificó con 10.000 libras. ¿El motivo de la misma? Porque la ropa bajó su precio, siendo más accesible a mayor gente. 

PILAS Y BATERÍAS 
Teléfonos móviles, radios, automóviles… miles y miles de aparatos de uso hoy cotidiano no hubieran sido posibles sin la aparición de las pilas y las baterías. Estos ingenios, sin conexión a la red eléctrica, salieron de la mente del italiano Alessandro Volta (1800). ¿En qué consistía su pila? En unos discos que alternaban zinc, plata o cobre, y que estaban separados entre sí por unas tiras de un paño empapado en una solución salina. ¿Cómo fluía la electricidad? Por un alambre que unía el último disco de zinc con el primero de cobre. Cuando se sumergían los discos en ácido sulfúrico diluido (es decir, electrolito), sus moléculas se dividían en partes positivas o negativas (los llamados iones). Y, simplemente comunicando los polos, se generaba corriente eléctrica.

TELÉFONO 
¿Quieren saber cuáles fueron las primeras palabras que Alexander Graham Bell le dijo a su ayudante Thomas Watson, que estaba en la habitación de al lado, allá por 1876? “Señor Watson, venga aquí, necesito que me ayude”. Desde entonces, hasta hoy, millones y millones de personas han utilizado este ingenio para comunicarse a, también, millones y millones de kilómetros de distancia. El ‘modus operandi’ del ingenio era el siguiente: una fina membrana de metal, colocada cerca de un electroimán que, gracias al flujo eléctrico generado, reproducida lo hablado a través del cable eléctrico. A partir de entonces, todo corrió con la velocidad del rayo: la primera central telefónica se abría dos años después, en 1892 se inaugura la primera línea entre Nueva York y Chicago, y en 1927 se establece el primer servicio transatlántico entre Nueva York y Londres.

AVIÓN 
Desde tiempos inmemoriales, el hombre ha querido volar. Leonardo da Vinci, por ejemplo, desarrolló varios prototipos con el fin de emular a Ícaro. Pero quienes finalmente llevaron la idea a la práctica, fueron los hermanos Orville y Wilbur Wright (1903). Fue una gélida mañana de diciembre cuando lograron que su ingenio levantara el vuelo, despegara del suelo, un aparato más pesado que el aire… ¡hasta cuatro veces! En el último intento, estuvo en el aire 59 segundos, y recorrió una distancia de 260 metros. Poco tiempo, si lo comparamos con las largas distancias que hoy pueden recorrer.

PENICILINA 
Fue el primer antibiótico, y nació de forma casual (1928). Porque fue un descuido de Alexander Fleming el que permitió descubrir el arma más mortífera de todos los tiempos contra las bacterias. Los hechos sucedieron de la siguiente forma: un recipiente con un cultivo de bacterias (estafilococos para ser más exactos) quedó a la intemperie. Días después, cuando Fleming quiso revisar su trabajo, se dio cuenta que en el mismo habían caído unas motas de moho que habían exterminado a esas bacterias. Lo que hizo Fleming a continuación fue aislar el moho (penicillium notatum), estudiarlo, y crear ese primer antibiótico. No fue tarea fácil, ya que en muchas ocasiones se quedó sin medios económicos.

LÁSER 
Los fanáticos de ‘La Guerra de las Galaxias’ están acostumbrados a feroces combates con espadas láser entre los buenos y los malos. Pero su uso cotidiano va más allá: los discos compactos funcionan gracias al láser, hay cirugía láser, el código de barras de los supermercados los lee un láser… Aunque el genial Albert Einstein ya habló de la posibilidad de provocar la emisión de fotones idénticos y amplificarlos para crear una luz coherente, monocromática; quién dio realmente el primer paso fue Charles Townes. De su mente salió el ‘máser’ (microwave amplification by stimulated emission of radiation) en 1954. Y seis años después, Theodore Harol Maimam fabricó una máquina capaz de emitir una luz roja pura mediante un tubo de rubí artificial. 


INTERNET 
Con un ordenador hoy hacemos de todo: descargamos música, enviamos mensajes… ¡Y todo gracias al ejército de Estados Unidos! Porque fueron ellos los que en 1969 llevaron a cabo Arpanet (Advanced Research Project Agency) que permitía la posibilidad de conectar sus ordenadores entre sí, al mismo tiempo, y en diferentes puntos del país. Cuatro años después tuvo lugar la primera conexión transoceánica, entre el University College de Londres, y la Royal Radal Establishment de Noruega. En 1982, Bob Kahn y Vinton Cerf desarrollaron el TCP/IP (Transmision Control Protocol/Internet Protocol) o, dicho de otra manera, el lenguaje usual de Internet. Y las tres w (world wide web) en 1991 en el Laboratorio Europeo de Física de Partículas de Ginebra (Suiza).